domingo, 24 de junio de 2012

Buhonero

Buhonero me dicen
en la ciudad de las palabras blancas.
He roto el saco por el fondo
meto en él recuerdos que no quiero
que se pierden, nadie sabe a dónde
van, ignoro
quién los encontrará.

Cabe la posibilidad
de que sea yo.

Siempre que entro en la ciudad
de las palabras blancas
me dicen buhonero
me preguntan qué traigo.
Yo digo que la misma cosa
y con eso se quedan tranquilos.
Comienzo a sacar
enseres que había olvidado.
Herraduras de ida y vuelta.
Cardos secos en rincones vacíos.
Vasos de cristal.

No me los quiere nadie.
Descubren que el fondo está roto
y los desprecian.

Así que guardo todo.
Todo desaparece.

Voy con mi oficio
de buhonero, me lo pusieron
en la ciudad de las palabras blancas.
Alojo fuera mi carromato
mi fiel perrillo
y la cigüeña, nos acompaña.
Quizá sea ella quien los recoge.
Yo los alejo de las miradas.

Y duermo dentro.
Dentro estoy más tranquilo.

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